sábado, 28 de mayo de 2011

Lo que aprendí el 28 de Mayo


El Talladell. A solo 2 km de Tàrrega, este pueblo se encuentra a orillas del río Ondara. El actual núcleo, de calles estrechas y empinadas, se fue formando al pie de un antiguo castillo. La calle Major está rodeada de casas de piedra,  en su mayoría bien conservadas o restauradas con bastante acierto.  

El edificio de la iglesia parroquial de Sant Pere, documentada ya en el siglo XI, combina elementos barrocos y neoclásicos.

El edificio de la iglesia parroquial de Sant Pere, documentada ya en el siglo XI, combina elementos barrocos y neoclásicos.



A la salida del pueblo se encuentra la ermita del Pedregal. Este edificio es lo poco que queda de lo que fue una notoria abadía cisterciense. Durante el siglo XII estuvo habitada por una comunidad de trece monjas procedentes del monasterio de Vallbona de les Monges. La abadía adquirió renombre enseguida y las monjas se permitieron la construcción de un albergue para acoger a los romeros que acudían.



Sin embargo, en el siglo XVI inició una decadencia de la que nunca se recuperaría. El monasterio empezó a deteriorarse y sufrió las consecuencias de un expolio continuo.

El actual edificio se construyó a finales del siglo XIX, reutilizando algunos elementos arquitectónicos del antiguo monasterio, y se restauró en 1991. En el interior se venera la imagen románica de la Virgen de la
Leche (Mare de Déu de la Llet), pieza gótica del siglo XIV.



Tarrega, es la capital de la comarca de L’Urgell , por su situación geográfica, un importante núcleo comercial y de comunicaciones entre las comarcas más occidentales de Cataluña y Barcelona.



Surgida en el valle del Ondara, parece ser que sus orígenes son romanos. Posteriormente estuvo ocupada por los árabes, que desplegaron en la zona toda su sabiduría agrícola y erigieron allí una fortificación. Una vez reconquistada, la comunidad judía tuvo gran peso. Los repobladores cristianos convivieron en paz con una numerosa comunidad hebrea hasta la destrucción de la judería local en el año 1350.

Vilagrassa. Este lugar, de probable origen romano, aparece mencionado en diferentes documentos desde el año 1059 como pequeño núcleo rural situado junto al camino real de Barcelona a Lleida.

A la entrada del pueblo, un cartel del Consell Comarcal de l’Urgell indica que la población forma parte de la Ruta del Císter. No se trata de un itinerario como el Camino de Santiago, pues solo algunos de los pueblos que la forman están enlazados por la parte de la ruta que se puede recorrer a pie. Los demás municipios que integran la Ruta del Císter poseen monumentos dignos de interés pero sin ruta que los una.

La construcción más importante de Vilagrassa es, sin duda, la iglesia. Destaca una brillante portada románica encajada en un edificio de construcción posterior. La portada se trasladó a la fachada norte desde su emplazamiento original, probablemente en el muro oeste. Se trata de una puerta con una bellísima decoración escultórica poblada de motivos vegetales, geométricos y figurativos. Esta interesante portada, como las de Agramunt y Verdú, se integra en el conjunto de obras de la conocida como Escuela de Lleida y su datación puede situarse en la segunda mitad del siglo XIII.
 Anglesola. Esta localidad agrícola posee un singular núcleo antiguo que bien merece un paseo tranquilo.

La iglesia parroquial de Sant Pau de Narbona, que se erigió en el siglo XVI aprovechando elementos de un templo anterior, es un edificio gótico con elementos renacentistas. La fachada muestra dos imágenes
del siglo XII de los apóstoles san Pedro y san Pablo.

Una imagen de piedra policromada de san Pablo de Narbona, del siglo XIV, preside el altar mayor. En la capilla de la Santa Creu se guarda el relicario de la Santa Cruz o de las Virtudes, con fragmentos del Lignum Crucis, supuestamente traídos de Tierra Santa por un misterioso peregrino.
La población de Anglesola, rinde homenaje al pasado a través de la fi esta de los Tres Tombs, una de las más importantes de Cataluña. La Societat de Sant Antoni Abat ha hecho de Anglesola una de las localidades más conocidas de Cataluña por la tradición de las caballerías y la fiesta de los Tres Tombs.