lunes, 13 de agosto de 2012

Reflexiones de Roncesvalles a Pamplona



Después de terminar el Camí de Sant Jaume, pensé que seguiría andando por el Camino Aragonés, hasta llegar a Logroño y así empalmar con el francés, pero después de meditarlo mucho, pensé que valdría la pena ir a Roncesvalles y ahí empezar el camino francés desde su inicio.

Ha sido una maravillosa experiencia y no por los paisajes vividos, sino por compartir el camino, el albergue,  la oración de los peregrinos y el intercambio de Buen Camino, con peregrinos de muchas nacionalidades.

En esta etapa me quedo con las palabras en latín: ultreia et suseia que escuché el domingo en la oración de los peregrinos y que “ultreia” era el saludo dado al peregrino en la edad media, al cual este respondía siempre "et suseia"

El Camino de Santiago es un camino sin final y sin retorno cuya síntesis perfecta es precisamente "Ultreia et suseia